Tratamiento quirúrgico del paciente con vértigo

Neurectomía selectiva del nervio vestibular
Es una operación para seccionar el nervio del equilibrio (vestibular) sin alterar la audición del paciente. Está indicada especialmente en la Enfermedad de Ménière incapacitante pero también en algunos pacientes con problemas vestibulares crónicos e incapacitantes.
Se puede hacer por dos vías, la transtemporal y la retrolaberíntica o retrosigmoidea.
Los resultados en la enfermedad de Ménière son excelentes con desaparición del vértigo en más del 95% de los pacientes con esta técnica. Sus complicaciones y secuelas son excepcionales.
Por ser una intervención que implica la apertura de la cavidad craneal se considera delicada y por lo tanto debe hacerse únicamente en los pacientes incapacitados y que no responden a otros tratamientos.
Drenaje o descompresión del saco endolinfático
Es una técnica quirúrgica en la que se descubre (descompresión) o drena al espacio mastoideo o subaracnoideo, el saco endolinfático. Se basa en que la endolinfa o líquido más interno del oído interno se absorbe (elimina) en este saco.
En algunas enfermedades, en especial la Enfermedad de Ménière, este líquido se encuentra aumentado y a presión. Con la operación, el saco endolinfático se distiende disminuyendo la presión de la endolinfa (descompresión) o se permite que esta salga a otro espacio donde se pueda absorber.
Los resultados a largo plazo se cifran en un 60% de desaparición del vértigo con conservación de la audición.
A pesar de que el porcentaje de curaciones del vértigo es mucho menor que en las neurectomías selectivas del vestibular algunos cirujanos la siguen haciendo, porque no supone la apertura de la cavidad craneal. En Instituto IOM hemos dejado de realizarla con excepción de algunos pacientes con Ménière bilateral o de edades muy avanzadas en los que no es recomendable seccionar el nervio vestibular.
Laberintectomía y sección translaberíntica del vestibular
Ambas intervenciones suponen la eliminación de la función unilateral del órgano del equilibrio con pérdida de la audición.
Se deben hacer únicamente en pacientes con audición normal en el oído contralateral y con una perdida auditiva severa (más de 80 dB, en la audiometría tonal) en el oído enfermo.
En nuestra experiencia se consigue la eliminación del síntoma vértigo en el 99% de los pacientes pero tiene el inconveniente de la perdida de la audición durante la cirugía.