Test impulsivo cefálico videoasistido (vHIT)
Es la forma de llevar a cabo instrumentalmente la maniobra oculocefálica que se expuso en el apartado de exploración clínica otoneurológica. En la vida cotidiana, si movemos la cabeza en una dirección, los ojos se mueven a la misma velocidad que la cabeza pero en la dirección contraria.
El cociente entre ambas velocidades (cefálica y ocular) debe aproximarse a 1, para conseguir mantener la imagen de nuestro campo visual estable en la retina durante los movimientos cefálicos.
Este cociente es la ganancia del reflejo vestíbulo ocular (RVO) y nos informa de la función vestibular periférica. En situaciones patológicas esta ganancia es inferior a 0.7 y provoca que la imagen en la retina durante los movimientos cefálicos no sea estable para el paciente, como ocurre en los casos con disfunción vestibular.
El vHIT consta de una gafa ligera de unos 60 gramos que tienen incorporado un acelerómetro para detectar los movimientos de la cabeza del paciente y una cámara de alta velocidad. Se explora la ganancia del RVO en los 6 canales semicirculares.
También explora otros movimientos oculares como son las sacadas de refijación. Estas sacadas proporcionan un mecanismo para poder compensar el déficit del RVO (la imagen de nuestro entorno visual no está estable en la retina durante el movimiento de la cabeza) y las sacadas ayudan a poder mantener la imagen más estable.
Con el vHIT se cuantifica los parámetros de la ganancia del RVO y las sacadas de refijación en casos de hipofunción de los canales semicirculares, pudiendo ubicar el canal o canales afectados.
Una vez adaptada la gafa por el explorador, el paciente realiza movimientos cefálicos rápidos y de corta amplitud en el plano del canal semicircular a estimular, mientras mantiene la vista fija en un punto al frente de el. La duración de la prueba es de unos 10 minutos y no suele ser molesta para el paciente.