Disfonía o ronquera, ¿Cómo debo cuidar mi voz?

De todos es bien conocida la importancia de la voz en la comunicación entre las personas. La voz nos sirve para comunicarnos, pero también transmite abundante información sobre la persona. Su sexo, edad aproximada, lugar de origen por el acento, sus sentimientos de alegría o pena, intranquilidad o nerviosismo.
Es en suma como una tarjeta de visita o carta de presentación del individuo, de ahí la importancia de su cuidado y eventual tratamiento en caso de alteración de la misma.
El fino equilibrio existente entre todas las estructuras que sirven para producir la voz, especialmente las cuerdas vocales, puede romperse y aparecen entonces las disfonías o perturbaciones en la voz de origen fundamentalmente laríngeo. Los términos coloquiales más empleados son el de ronquera y afonía, que en realidad se refiere a la ausencia de la voz, a una voz aérea soplada prácticamente inaudible.
¿Qué es la disfonía?
La disfonía se presenta de múltiples formas, cambios en el tono de voz, en el timbre, voces más graves, opacas, menos limpias, con dificultad para alcanzar tonos agudos, voces con tendencia a la fatiga, con dificultad para hablar o cantar durante largos periodos de tiempo o en ambientes ruidosos.
La disfonía o ronquera es una alteración anormal de la voz en lo que respecta al tono, y timbre que se traduce en la pérdida de su calidad tornándose más áspera u opaca, con fluctuaciones vocales, disminución del volumen y dificultad para alcanzar los agudos.
¿Cómo funciona la voz?
Las vibraciones en las cuerdas vocales dan al paso del aire proveniente de los pulmones que generan los sonidos de la voz. Estas cuerdas permanecen abiertas cuando respiramos, pero se unen para hablar, variando el ritmo de vibración y separación para emitir los sonidos.
Cualquier desorden en esta estructura dentro de la laringe ocasiona cambios audibles, sea por inflamación, irritación o la presencia de nódulos que impidan que las cuerdas vocales se junten .
También se manifiestan síntomas no fonatorios como el carraspeo para aclarar la garganta, tos seca, picazón al respirar o hablar, sensación de cuerpo extraño y dolor al tragar.
Diagnóstico de la disfonía
Para diagnosticarla es necesario realizar una exploración de la laringe que llevamos a cabo cuando esta es reincidente o si se prolonga más de 10 o 12 días, especialmente si el paciente es fumador ya que podría ser consecuencia de una tumoración en alguna cuerda vocal.
Tipos de voces disfónicas
De esta manera se generan variantes de voces disfónicas, que se corresponden a pérdidas parciales o limitaciones de la voz:
- Voz apagada: ocasionada por un ineficaz cierre de la glotis.
- Voz sofocada: mala resonancia por bloqueo del vestíbulo laríngeo.
- Voz ronca: ocasionada por cualquier afección glótica.
- Voz leñosa: corresponde a un timbre áspero.
- Voz bitonal: causada por una vibración anormal de las cuerdas vocales.
- Voz eunucoide: cuando el hombre tiene voz aguda anormal.
- Voz quebrada: como de anciano por falta de tono en el músculo interaritenoideo.
- Fatiga vocal: producto del abuso o forzamiento de la voz.
- Voz a sacudidas: provocadas por alteraciones neurológicas.
Finalmente se encuentra la voz afónica que se corresponde con la ausencia total de la voz, aunque coloquialmente suele confundirse ya que solemos decir que estamos afónicos cuando lo que realmente tenemos es una disfonía.
Causas más frecuentes de la disfonía
La disfonía puede tener una causa orgánica o psicogénica, evitando que la persona pueda emitir sonidos o apenas un susurro.
Una de las principales causas son los procesos infecciosos de las vías respiratorias como la gripe o el resfriado. En estos casos se produce inflamación de la laringe y la ronquera aparece de forma brusca.
Otra causa muy común es la hiperfunción vocal, que se refiere al mal uso o abuso de la voz, como hablar durante periodos prolongados, gritar para comunicarse de lejos o en espacios ruidosos.
El uso o contacto con agentes irritantes que afectan la garganta pueden desencadenar en ronquera como el consumo de alcohol, el humo del tabaco, la inhalación de agentes químicos e incluso el reflujo gastro-esofágico.
Aunque en menor incidencia, también se pueden dar casos de disfonías causadas por malos hábitos alimenticios, mala técnica vocal, alergias, desórdenes neurológicos, problemas tiroideos y traumatismos en la laringe.
Tratamiento de la disfonía
Estos son los tratamientos más habituales que utilizamos en el IOM para solucionar los problemas de disfonía:
Educación y conocimientos sobre el uso correcto de la voz. Este programa nos permite asegurar un buen funcionamiento y prevenir disfonías en los profesionales de la voz.
Rehabilitación vocal. El IOM coordina la rehabilitación con profesionales, Foniatras y Logopedas, de renombre acostumbrados a tratar pacientes profesionales de la voz o usuarios con menor exigencia vocal.
Laringoscopia directa y microcirugía laríngea, microcirugía laser CO2, microdesbridador para diagnóstico y tratamiento de lesiones vocales como pólipos, Edema de Reinke, papilomatosis, sulcus, puentes mucosos, lesiones premalignas y malignas , leucoplasias, etc…
Infiltración de diferentes sustancias: hidroxiapatita cálcica, hialurónico, grasa, fascia, o tiroplastia para tratar el cierre deficiente de las cuerdas vocales.
Cómo cuidar la voz y evitar la disfonía
La disfonía suele ser una afección leve que dura pocos días y que se cura básicamente con reposo. Sin embargo, la irregularidad en el cumplimiento de los cuidados y la permanencia de los factores de riesgo puede hacer que los estados de ronquera recurrente o prolongada desencadenen en lesiones graves.
Una de ellas son los nódulos, una especie de callosidades en las cuerdas vocales que pueden convertirse en pólipos y tumores que requerirán extirpación quirúrgica.
Consejos para tratar la ronquera y cuidar tu voz:
- Evita hablar de forma prolongada y utiliza un tono adecuado para no forzar la voz.
- Bebe bastante agua para mantener hidratadas las cuerdas vocales.
- No te expongas a los cambios bruscos de temperatura, agentes contaminantes o humo.
- Combina remedios caseros a base de miel y limón para evitar la irritación.
- En caso de reflujo, utiliza algún protector gástrico.
- Mantente abrigado, el frío aumenta la mucosidad en las vías respiratorias.
Si la disfonía persiste tras de una semana de cuidados es importante que consultes con un otorrinolaringólogo para que evalúe tu caso, especialmente si eres mayor de 50 años o fumador, ya que podrían tratarse de lesiones premalignas.
¿Qué ofrecemos en el IOM?
Desde IOM estamos comprometidos en un estudio integral y pormenorizado de la voz. Realizamos los siguientes estudios:
Laringoscopia indirecta: Visualización de la laringe mediante un espejillo laríngeo.
Videofibrolaringoscopia: Mediante un endoscopio fino y flexible podemos ver y grabar toda la laringe para su posterior estudio.
Laringoestroboscopia: Gracias a la luz estroboscópica nos permite ver el movimiento de la onda mucosa de las cuerdas vocales. Esto es imprescindible para una correcta valoración del paciente con disfonía.
Estudio de los parámetros vocales: Estudiamos los diferentes características de la voz: Intensidad, tono y timbre.
Estudio acústico de la voz: Mediante diferentes programas informáticos, entre otros estudios, podemos analizar las diferentes voces disfónicas.