Neurinoma del Acústico - Schwanoma Vestibular

El Neurinoma del Acústico o Schwannoma Vestibular se trata de un tumor benigno, casi siempre unilateral (en un solo oído), que tiene su origen en el nervio estatoacústico. Este nervio es el VIII par craneal que es doble, formado por el nervio auditivo (de la audición) y el nervio vestibular (del equilibrio).
Su benignidad se debe a que crece lentamente sin infiltrar los tejidos circundantes y no metastatiza (no aparece en otras zonas del organismo con el tiempo). Sin embargo su localización en el conducto auditivo interno y ángulo ponto-cerebeloso de la cavidad craneal lo convierte en muy peligroso porque puede comprimir estructuras vitales como el tronco del encéfalo, grandes venas y arterias y nervios de la zona.
Síntomas del Neurinoma del Acústico
Sus síntomas de comienzo son fundamentalmente auditivos, pérdida de audición y/o ruidos de oído (acúfenos).
En algunos casos también puede dar presentación súbita (5%).
Dejado a su libre evolución (sin tratamiento) llega a tener síntomas graves del sistema nervioso central, como desequilibrio o cefaleas (dolor de cabeza) y llegar a producir la muerte del paciente.
Imagen: Northwestern University.
Tratamiento del Neurinoma del Acústico
En buena parte de los pacientes (40%) de edades superiores a los 65 años se detiene su crecimiento y no requiere tratamiento.
En estos casos se debe seguir su evolución para decidir si se debe operar. En un paciente más joven o si el tumor supera los dos centímetros de diámetro mayor en el momento de su diagnóstico, siempre continua creciendo y debe ser tratado.
El tratamiento del Neurinoma del Acústico puede ser quirúrgico o con radioterapia (gamma-Knife), dependiendo de características como el tamaño del tumor, edad del paciente y audición en el otro oído.
El tratamiento quirúrgico, aunque la cirugía es delicada por el lugar en que se encuentra, tiene muy baja mortalidad (menos del 1%) e infrecuentes secuelas (déficit derivado de su resección). La secuela más importante es la parálisis de la cara por lesión del nervio facial que se encuentra comprimido y adherido al tumor, suele ser incompleta y, en la mayoría de los casos, transitoria.
Otra posible complicación es la salida al exterior de líquido cefalorraquídeo (licuorrea) de la cavidad craneal que solo en casos excepcionales puede requerir una revisión quirúrgica.
En el momento actual, si el tumor es pequeño (menos de dos centímetros de su diámetro mayor) y si, antes de la operación, el paciente tiene una audición socialmente útil, se puede intentar conservarla con técnicas quirúrgicas nuevas.
En tumores grandes o asociados a alteraciones vasculares importantes, con complicaciones preoperatorias severas, pueden quedar secuelas así mismo graves.
El postoperatorio prevé una noche de hospitalización en UVI y entre 3 a 5 días en habitación.