Tratamiento farmacológico del vértigo agudo

Durante la fase aguda de vértigo agudo se utilizan fármacos antivertiginosos entre los que destacan la Biodramina (dimenhidrinato) en supositorios, el Dogmatil (sulpiride) generalmente inyectable puesto que por los vómitos y nauseas no se admite por vía oral. El Primperan (metoclopramida) para las nauseas y vómitos ésta indicado.
Siempre se debe tener en cuenta las contraindicaciones de estos fármacos, como en la Enfermedad de Parkinson, entre otras. Algunos pacientes requieren Valium (diazepan) durante la crisis.
No conviene sobrepasar la duración de estos medicamentos por un periodo superior a 3 días por sus efectos adversos, además de retrasar los mecanismos de la compensación vestibular. En pacientes con neuritis vestibular se prescribe corticoides.
Una vez que se ha resuelto la fase aguda del vértigo el paciente se encuentra en un periodo de intercrisis y el tratamiento farmacológico tiene la finalidad de mejorar la causa que ha provocado el vértigo-desequilibrio.
Por ejemplo, si es por una falta de circulación del órgano del equilibrio dentro del oído se usan fármacos para mejorar esta isquemia laberíntica. Si el cuadro vertiginoso es debido a una infección del oído interno se utilizan antibióticos y antiiflamatorios.
Cuando existe un trastorno migrañoso y vértigo se prescriben fármacos como la cinarizina y flunarizina. En la Enfermedad de Ménière los diuréticos son útiles para disminuir la hiperpresión del líquido endolinfático que caracteriza a esta enfermedad además de algunos tipos de antiisquemicos, (betahistina, clinadil…además, otros casos requieren tratamientos con piracetam, nimodipino, ginkgobiloba, magnesio, vitaminas del grupo B, o similares).