Hay dos tipos de otitis más habituales, la otitis externa y la otitis media. Aunque ambas son infecciones del oído, son muy diferentes entre ellas tanto por su localización, como por las causas que lo producen y por tanto el tratamiento.
Otitis externa
La otitis externa u oído de nadador es la infección o inflamación de la piel del conducto auditivo externo. Suele estar relacionada con el agua y por eso es más frecuente en verano, con los baños de mar y piscinas, o los deportes náuticos y el submarinismo, pero también en invierno, en los pacientes que practican la natación, o con la asistencia a spas, saunas, etc.
Aunque la piel del conducto está preparada para el agua, tanto por un uso intensivo como por problemas dermatológicos o incluso por un exceso de limpieza esta barrera natural puede verse afectada resultando más fácil que el oído se acabe infectando. Por ello, hay algunos consejos que podemos seguir para evitar que ocurra:
5 consejos para prevenir la la otitis externa
- No utilizar de manera habitual los bastoncillos para limpiar los oídos. Por norma, sólo empujan la cera hacia el fondo y pueden irritar la piel, lo que hace que la humedad se acumule y acabe infectándose.
- Tratar las patologías dermatológicas. Eccemas, psoriasis, dermatitis, hacen que la piel sea más sensible y vulnerable.
- No utilizar agentes de limpieza que puedan irritar la piel y destruir la flora saprófita habitual, favoreciendo la sobreinfección por bacterias patógenas o por hongos.
- Secar con una toalla o vaciar de agua el conducto tras duchas, baños, natación, etc. En los nadadores, o deportes náuticos que impliquen contacto prolongado con el agua, se aconsejará el uso de tapones o algunas gotas que ayudan a secar la piel.
- Acudir periódicamente al otorrino para limpiar los conductos en caso de tapones o acúmulos de cera.
El tratamiento de estas otitis puede realizarse con unas simples gotas antibióticas de uso tópico en la mayoría de los casos, pero a veces hay que recurrir a antibióticos orales y antiinflamatorios.
Otitis media
La otitis media, sin embargo, se produce por infección de la mucosa del oído medio, es decir, por detrás de la membrana timpánica y en la mayoría de los casos se relaciona con una disfunción de la Trompa de Eustaquio, canal que comunica el oído con la parte de atrás de la nariz, y que se encarga de la ventilación del oído.
Que haya sólo aire en el oído medio, es necesario para el correcto funcionamiento de la cadena de huesecillos y que así se transmita el sonido de manera adecuada. Cuando ésta no funciona adecuadamente, el oído se tapona, como cuando se sube a un avión o hay un catarro. Si se mantiene en el tiempo puede acumularse moco en el oído y sobreinfectarse con bacterias produciendo las otitis medias.
5 consejos para prevenir la otitis media
Estas otitis son las frecuentes en invierno por los catarros o en primavera con las alergias. También aquí hay algunos consejos que nos pueden ayudar a evitar estas otitis:
- Controlar los catarros o sus síntomas, para ello la vacunación y utilizar tratamientos descongestionantes nasales, tanto orales como en spray y los mucolíticos que son de gran ayuda.
- En los niños, evitar el tabaquismo en el domicilio, el contagio de otros niños, por eso su relación con guarderías o colegios, ayudarles con la limpieza nasal. Más si son roncadores, con sospecha de hipertrofia adenoidea (“vegetaciones”).
- Evitar los cambios de temperatura bruscos, o viajar en avión o a la montaña estando acatarrados, ya que se favorece la inflamación de la mucosa del rinofaringe.
- Solucionar aquellos problemas nasales crónicos que impiden el normal funcionamiento de la nariz. Rinitis, sinusitis, desviación septal, hipertrofia de cornetes, pólipos naso-sinusales, favorecen la disfunción tubárica.
- Acudir al otorrino en caso de que estos procesos sean recurrentes, haya otorrea (supuración) o hipoacusia (disminución de la audición), ya que puede acabar afectándose el oído medio dejando secuelas que sólo podrán ser tratadas quirúrgicamente o mediante prótesis auditivas.
El tratamiento inicial de las otitis medias, cuando aún se consideran en fase de ototubaritis, u otitis seromucosa son los descongestionantes nasales, mucolíticos e incluso corticoides orales. Sólo cuando ya hay fiebre, dolor intenso, otorrea, en que si hay clara sospecha de infección, se añadirán los antibióticos y los antiinflamatorios orales.
Si siguen estos 5 consejos para cada tipo de otitis, podremos prevenir en gran medida su aparición.
Alejandro Harguindey Antolí-Candela
Director Médico en IOM
Servicio integral en el tratamiento de nariz, garganta y oído incluyendo diagnóstico, tratamiento y cirugías de todas las patologías relacionadas con la otorrinolaringología.
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