Los oídos cumplen un papel muy importante en nuestra vida, son el medio que nos permite descubrir todos los sonidos que están a nuestro alrededor y comunicarnos. Por eso, es primordial cuidarlos para evitar que los problemas de audición aparezcan o incluso desencadenen en una situación irreversible.
Es probable que descuidemos este órgano, que es muy delicado, y que adoptemos hábitos que los puedan dañar, aunque sea por puro desconocimiento y no simple descuido. Estas malas costumbres se pueden evitar y por ello queremos hablarte de ellas.
La pérdida de la audición, un problema con muchos matices
En nuestro día a día existen hábitos que pueden dañar la audición y derivar en una perdida definitiva de la misma. Las causas de la pérdida de la audición y la sordera se pueden clasificar bajo dos grandes tipos: congénitas o adquiridas.
Causas congénitas
Las causas congénitas pueden determinar la pérdida de la audición durante el nacimiento o manifestarse meses o incluso años después. Además, que pueden obedecer a factores hereditarios o no hereditarios y también a dificultades durante el embarazado y el parto.
Causas adquiridas
Por otro lado, las causas adquiridas pueden provocar la pérdida de la audición a cualquier edad y ser causadas por enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión o la parotiditis; por una infección crónica del oído y por el uso de algunos medicamentos para tratar enfermedades, denominados medicamentos ototóxicos.
La exposición al ruido excesivo en entornos laborales también puede considerarse como un factor “adquirido”. También el uso de auriculares con volumen elevado, el envejecimiento o una exposición a un ruido súbito como una explosión son consideradas causas adquiridas.
Hábitos que pueden dañar la audición
A continuación, vamos a enumerar los principales malos hábitos que favorecen y aceleran la pérdida de la audición en las personas.
Exposición al ruido
La exposición al ruido: El ruido elevado, como sonidos de ocio (conciertos y discotecas), son las principales fuentes de ruido elevado en el mundo. Una de las causas principales de trastornos provocados por ruido se deben a la exposición sucesiva a ruidos en el entorno laboral sin el uso de protección adecuada.
También se ha demostrado que el uso prolongado de auriculares a un volumen no adecuado provoca un deterioro paulatino de nuestra audición. Escuchar música, jugar a videojuegos o hablar por el móvil con auriculares se ha convertido en una práctica habitual en nuestros días.
La intensidad y el tiempo de exposición son los factores que pueden dañar de manera irreversible la audición.
Existe, por otro lado, un factor de predisposición individual muy importante. Se desarrolla gradualmente con los años como consecuencia de una exposición a niveles perjudiciales de tipo ambiental, laboral o aficiones personales y entretenimiento.
La presbiacusia (pérdida de la audición en la vejez) es en algunos casos inevitable, pero sí podemos influir en que el deterioro sea menor o más lento evitando la exposición al ruido a lo largo de la vida, ya que estos hábitos adelantan y acentúan la pérdida auditiva.
Malos hábitos de salud
Malos hábitos de salud: Tener hábitos pocos saludables puede ser perjudicial para la salud de nuestros oídos. No cuidarnos puede llevarlos a sufrir de hipertensión hipercolesterolemia, obesidad, diabetes y otras enfermedades que pueden afectar a la audición. En pocas palabras, mantener una buena salud, realizar ejercicio y tener hábitos saludables puede disminuir las probabilidades de sufrir problemas de audición en el futuro.
Toma de medicamentos
Medicamentos, hay que cuidar su toma: Se debe evitar, mientras se pueda, la toma de medicamentos ototóxicos de uso diario que, al tomarse de forma prolongada, puedan dañar la audición de forma irreversible.
Poniendo atención a estos hábitos cotidianos podremos mejorar nuestra audición y evitar o retrasar la aparición de problemas en un futuro.
La audición, un problema importante
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, hay más de 360 millones de personas que sufren de pérdida de audición a nivel mundial. La mitad de estos casos, tomando medidas preventivas adecuadas, se podrían evitar o paliar parcialmente.
Revisa tu audición de forma periódica según lo indique tu otorrino de referencia o ante la aparición de cualquier condición que afecte a la calidad de la misma.
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