Tratamiento
Los problemas provocados por la amígdala faríngea o adenoides pueden ser resueltos con la extirpación quirúrgica a través de la boca en una sencilla intervención, preferiblemente bajo anestesia general, con rápida recuperación por parte del paciente. En los pacientes en los que se asocian problemas otológicos puede que sea necesaria la colocación de tubos de ventilación timpánica en el transcurso de la misma intervención de adenoidectomía.
La amigdalitis aguda o infección aguda de las amígdalas palatinas será tratada con antibióticos u otros medicamentos dependiendo del agente causal, mientras que los problemas derivados de la hipertrofia de estas amígdalas palatinas deben ser resueltos con cirugía. De esta forma se extirparán o reducirán de tamaño con láser o radiofrecuencia, sistemas estos relativamente novedosos y carentes de las complicaciones propias de la amigdalectomía clásica (hemorragias, faringitis crónicas).
De cualquier modo, es la amigdalectomía o extirpación amigdalar, el sistema utilizado en la amigdalitis de repetición. La punción y drenaje del flemón periamigdalino sería la técnica de elección para la evacuación del material purulento acumulado.
La radiofrecuencia, el adelantamiento del mentón y los sistemas intralinguales de tracción sobre la base de la lengua, son métodos quirúrgicos que con mayor o menor fortuna tratan de resolver los problemas derivados de la hipertrofia de la amígdala lingual.
Finalmente el tratamiento de los procesos crónicos pasa por modificar los hábitos, mejorar las enfermedades coadyuvantes, mejorar la inmunidad, eliminar el reflujo gastroesofágico, etc., siempre dependiendo del factor que favorezca esta patología.