El directo es una variedad cultural que aglutina a miles de personas cada día disfrutando de él. Ya sea en salas, festivales o al aire libre, los conciertos permiten a los aficionados a la música en directo ver a sus artistas favoritos actuando en vivo.
Sin embargo, este tipo de eventos pueden provocar problemas muy graves en los oídos, llegando al punto de incluso perder audición debido al volumen de la música.
La Organización Mundial de la Salud dicta que el nivel de ruido aceptable para no dañar nuestros oídos se encuentra en una cifra cercana a los 65 decibelios. En un concierto de música, el volumen de ésta puede superar niveles incluso por encima de los 120 decibelios, una cifra cercana a la del daño auditivo irreversible, de aproximadamente 130 decibelios.
En un concierto de música, el volumen de ésta puede superar niveles incluso por encima de los 120 decibelios,
Para evitar daños en nuestro sistema auditivo existen una serie de recomendaciones. Por ejemplo, el usar tapones durante los conciertos o alejarse de los altavoces puede ayudar a prevenirlos. También es recomendable no exponerse a fuentes de ruido externas una vez finalizado el concierto, con el fin de no seguir maltratando a nuestros ya castigados oídos.
Si al salir del concierto notamos algún “zumbido” o presión en nuestro oído durante más de 24 horas es altamente recomendable acudir a un especialista.

Ser ORL supuso un nuevo reto en mi carrera como médico ya que había terminado la residencia de Alergología. Esta especialidad fue para mí un deseo desde que siendo estudiante de Medicina acudí a la primera práctica de ORL donde me sedujo una especialidad tan versátil, al ser médico-quirúrgica, y tan variada como esta.
CARGOS ACTUALES
Otorrinolaringólogo en el Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid (IOM).
Profesor asociado Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid .