Tratamiento
Sorderas
Establecido el diagnóstico, se procede al tratamiento precoz de la sordera individualizado a cada paciente. En las hipoacusias de conducción, se utilizan fármacos como los antibióticos, antiinflamatorios o descongestivos nasales. Si fracasan, puede estar indicada una cirugía como es el caso de un drenaje timpánico en las otitis seromucosas, para tratar la infección en el oído medio.
En los pacientes con malformaciones del pabellón auricular o del conducto auditivo externo, la cirugía es una opción para mejorar la audición funcional.
El tratamiento rehabilitador del lenguaje con la adaptación de audífonos y logopedia se indica en aquellos pacientes con hipoacusias neurosensoriales o mixtas, bilaterales, superiores a 30 dB en el mejor de los oídos. Si la sordera es del oído interno y de grado severo o profundo bilateral, sin beneficio respecto a la adquisición del lenguaje con los audífonos, los implantes cocleares es la mejor opción terapéutica como nos demuestran los resultados en los niños implantados con sordera instaurada desde el nacimiento. Para el éxito de la implantación, la selección minuciosa del candidato a un implante de coclea es básica.
Entre las medidas preventivas para evitar hipoacusias destacan que la gestante evite la toma de medicamentos ototóxicos para el oído del feto, como por ejemplo la gentamicina y la estreptomicina. También debe evitar la gestante el alcohol y las drogas o las radiaciones ionizantes. Hay que tratar en un lactante cualquier infección ótica, amigdalitis u otras inflamaciones ante las secuelas auditivas que conllevan.
Es importante señalar que la intervención precoz de la hipoacusia infantil requiere de un equipo multidisciplinario formado por médicos pediatras, otorrinolaringólogos y genetistas entre otros; así como profesionales en logopedia, audioprotesistas y asistentes sociales. Todos ellos, en estrecha colaboración con las asociaciones de discapacitados auditivos, para facilitar la ayuda al paciente y a sus familiares.
Para finalizar hacer hincapié a los padres que ante un niño con hipoacusia, se puede actuar con el tratamiento adecuado de forma inmediata para cada tipo de sordera, repercutiendo positivamente en la adquisición del lenguaje y del aprendizaje del paciente. Si observan que un bebé es demasiado tranquilo, que no responde a las voces conocidas, o a los estímulos auditivos, acudir pronto al especialista ORL sin demora, para que realice las exploraciones clínicas e instrumentales que considere y diagnosticar el déficit auditivo cuanto antes.
Implantes Cocleares
Es el único tratamiento que existe hoy en día para las pérdidas auditivas severas o profundas (hipoacusias) bilaterales del oído interno. Se consideran severas cuando la pérdida de audición en el mejor oído del paciente no le permite entender las palabras ni siquiera con un audífono.
En el niño son especialmente eficaces y contribuyen decisivamente en el desarrollo del lenguaje cuando se realizan pronto, idealmente hasta los 2 años de edad aunque también se pueden obtener buenos resultados después.
En el adulto que ha perdido la audición después de adquirir el lenguaje los resultados dependen del tiempo que haya pasado desde que perdió la audición. Los peores resultados corresponden a los adultos que nunca desarrollaron el lenguaje. Cada caso precisa un detallado estudio multidisciplinar (Otológico, Psicólogico, Logopédico, Audiológico, Radiológico) con el fin de conseguir los mejores resultados funcionales y de integración social para el paciente.
Audífonos
El audífono es un dispositivo electrónico que amplifica y transforma el sonido del exterior permitiendo una mejor audición a un paciente con pérdida auditiva.
Se emplean fundamentalmente en las sorderas que tienen un origen coclear (oído interno); también en algunos casos que presentan sorderas del oído externo, o del oído medio, y no se pueden beneficiar de un tratamiento quirúrgico para mejorar su audición.
Existen audífonos programables digitalmente y otros totalmente digitales que proporcionan al usuario una excelente calidad del sonido.
En el niño que padece una deficiencia auditiva superior a 30-40 dB en ambos oídos, no mejorable con otro tipo de tratamiento, está indicada la adaptación protésica en ambos oídos. En aquellos pacientes con pérdidas severas bilaterales o profundas, en los que no mejora el desarrollo del lenguaje con la adaptación de los audífonos, se puede requerir un implante coclear si cumplen los criterios para ser candidatos al mismo.