En los últimos años, el uso de auriculares se ha intensificado de forma significativa. Ya no se limitan al ámbito del ocio o del tiempo libre; hoy en día, los empleamos para trabajar, hacer llamadas, estudiar, practicar deporte o cuando nos desplazamos en transporte público. La comodidad que ofrecen y la posibilidad de aislarse del entorno han convertido a los auriculares en un accesorio cotidiano para millones de personas.
Sin embargo, este uso tan extendido y, en muchas ocasiones inadecuado, puede acarrear consecuencias negativas para la salud auditiva. Dos de las patologías más frecuentemente asociadas al uso excesivo de auriculares son la hipoacusia (o pérdida auditiva) y los acúfenos (o tinnitus).
El peligro está en el volumen y la duración
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que una exposición prolongada a sonidos por encima de los 85 decibelios puede dañar de forma permanente las estructuras internas del oído.
Muchos auriculares comerciales pueden alcanzar volúmenes elevados, especialmente los modelos intrauditivos que se insertan directamente en el canal auditivo.
El problema no es solo el volumen, sino también la duración de la exposición. Escuchar música o contenidos de forma continuada durante varias horas al día, especialmente en entornos ruidosos donde tendemos a subir el volumen para aislarnos, puede provocar daños auditivos irreversibles a medio y largo plazo.
Hipoacusia inducida por ruido
La hipoacusia inducida por ruido es una forma de pérdida auditiva neurosensorial que ocurre por la exposición continua a sonidos intensos. Aunque tradicionalmente se asociaba a ambientes laborales industriales, hoy también se detecta con frecuencia en jóvenes y adultos que utilizan auriculares de manera constante.
Aunque tradicionalmente se asociaba a ambientes laborales industriales, hoy también se detecta con frecuencia en jóvenes y adultos que utilizan auriculares de manera constante.
Los primeros signos pueden pasar desapercibidos: dificultad para entender conversaciones en ambientes ruidosos o necesidad de subir el volumen de la televisión. Si no se detecta y trata a tiempo, puede evolucionar hacia una pérdida auditiva constante que a largo plazo se podría transformar en permanente.
Acúfenos: el zumbido persistente
Otro problema relacionado con el uso intensivo de auriculares son los acúfenos o tinnitus, una percepción de zumbido, pitido o silbido en el oído que no tiene una fuente sonora externa. Puede ser un síntoma transitorio, pero en muchos casos se vuelve crónico y afecta de forma importante a la calidad de vida. El tinnitus estaría relacionado con la hipoacusia de tipo traumático que produce la exposición continuada a música a alto volumen.
Buenas prácticas para un uso responsable
Para prevenir estos problemas auditivos, es fundamental promover un uso responsable de los auriculares. Algunas recomendaciones clave son:
- Limitar el tiempo de uso: Evitar el uso continuado durante varias horas. Es recomendable hacer pausas cada 60 minutos.
- Controlar el volumen: No superar el 60% del volumen máximo del dispositivo. Si alguien cerca puede oír lo que estás escuchando, es que está demasiado alto.
- Preferir auriculares de diadema: A diferencia de los intrauditivos, los de diadema no se insertan en el canal auditivo y pueden ofrecer una mejor distribución del sonido con menor presión.
- Usar cancelación de ruido: Esta tecnología permite escuchar con mayor claridad sin necesidad de subir tanto el volumen, especialmente en entornos ruidosos.
- Realizar controles auditivos periódicos: Especialmente si se experimentan pitidos, dificultad para oír o sensación de oído tapado, es importante acudir a un especialista.
La importancia del diagnóstico precoz
Tanto la hipoacusia como los acúfenos pueden abordarse de manera eficaz si se diagnostican a tiempo. En el IOM contamos con un equipo de especialistas y la tecnología más avanzada para evaluar y tratar estas alteraciones auditivas. Mediante estudios auditivos personalizados, identificamos el origen del problema y proponemos el tratamiento más adecuado para cada paciente.
Si notas algún cambio en tu audición o percibes sonidos que no provienen del entorno, no lo dejes pasar. El diagnóstico precoz es clave en la evolución de cualquier patología auditiva.
Escuchar con responsabilidad
La tecnología ha transformado nuestra forma de comunicarnos, trabajar y entretenernos, pero también exige que aprendamos a usarla de forma responsable. Cuidar nuestros oídos es una inversión en salud y bienestar a largo plazo.
Ante cualquier molestia auditiva o si tienes dudas sobre tu salud auditiva, no dudes en pedir una consulta con nuestros especialistas. Puedes hacerlo fácilmente haciendo clic en este enlace: https://www.institutoorl-iom.com/cita-previa/.
Ya con catorce años entré en quirófano con mi abuelo el Dr. Antolí-Candela Cebrián y me encantó la experiencia que repetí mientras pude. Ello me encaminó a seguir la carrera de medicina y seguir los pasos de una escuela de cirugía otológica. Conseguí completarla y continuar mi preparación en varios centros internacionales y definitivamente con el Dr. Antolí-Candela Cano que con su gran capacidad docente y exigencia me estimula cada día.
CARGOS ACTUALES
Otólogo, Responsable de la Unidad de acúfenos y Director médico en el Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid (IOM).
Profesor colaborador del Departamento Ciencias Médicas Clínicas de la Universidad San Pablo CEU.
