Laringología (Voz)

Laringología

Es la subespecialidad de la Otorrinolaringología que se ocupa de las enfermedades de la laringe y por tanto de los problemas de la voz (disfonía y afonía). Al ser un órgano que se encuentra entre las vías respiratorias y el aparato digestivo puede verse influenciado por patologías de diversa índole y su alteración puede provocar además alteraciones respiratorias y deglutorias.

La laringe es conocida como “la caja de voz” o “el órgano de la fonación” pues es el área de la garganta que contiene las cuerdas vocales y se usa para hablar, así como para respirar y tragar.  Es la encargada de cerrar las vías respiratorias, especialmente durante la deglución, para evitar la aspiración de alimentos.

Esta estructura hueca comunica la faringe con la tráquea y está compuesta por el hueso hioides y por nueve piezas de cartílagos (cricoides, tiroides, epiglotis, corniculado y cuneiforme), los cuales están articulados entre sí, recubiertos de mucosa y movidos por músculos.

Aquí también está localizada la “nuez o manzana de Adán”, una prominencia producida en el borde anterior del cartílago tiroides. Se considera que la manzana de Adán, junto con el cartílago tiroides que lo forma, ayuda a proteger las paredes, la parte frontal de la laringe y las cuerdas vocales que se sitúan justo detrás. También se relaciona con el engrosamiento de la voz produciendo un tono de voz más grave a medida que aumenta su tamaño.

La laringe la conforman tres regiones principales:

  • Región supraglótica: esta zona cubre desde el orificio superior de la laringe (que se une con la faringe) hasta la región de las cuerdas vocales.
  • Región de la glotis: formada por las cuerdas vocales, modula el espacio aéreo para la emisión de la voz.
  • Región subglótica: esta región va desde la región glótica hasta la unión con la tráquea.

Las disfonías pueden ser debidas a una incorrecta utilización de la voz, en forma de excesiva tensión de las estructuras de la laringe a la hora de producir la voz, un exceso de energía que se traduce en microtraumatismos en las cuerdas vocales, inflamación y la posibilidad de la aparición de lesiones orgánicas en el borde de las cuerdas vocales (como pueden ser nódulos o pólipos).

El abuso vocal como el que se da entre los profesionales de la voz, tanto en aquellos que tienen que utilizar la voz muchas horas al día como en el caso de profesores, telefonistas, vendedores, cantantes… O aquellos que trabajan en un entorno ruidoso por lo que el volumen de su voz habitual sobrepasa las posibilidades del sistema fonatorio como ocurre en ciertas fábricas, mercados, profesionales que trabajan con niños, etc.

El tabaco es sin duda una de las causas que producen alteraciones en la voz, por la irritación e inflamación crónica que se produce en las cuerdas vocales. Su uso puede también producir cambios degenerativos en el revestimiento de la laringe e inducir a la aparición de lesiones cancerosas.

El abuso del alcohol, de licores con una alta concentración del mismo, sobre todo si va unido al consumo de tabaco, pueden producir efectos irritativos en la mucosa que recubre la faringe y la laringe.

El estado general de la persona es otro factor importante. La producción de la voz es un fenómeno muy complejo en la que intervienen diversos sistemas del organismo que deben estar sanos y coordinados para que la fonación sea correcta.

La baja forma vital, el cansancio, el estrés habitual, los estados de ansiedad y nerviosismo habitual predisponen al mal uso vocal y disminuyen la resistencia del sistema fonatorio.

Las patologías infecciosas del árbol respiratorio, como las sinusitis, bronquitis crónicas, amigdalitis… pueden producir una inflamación de la mucosa de las cuerdas vocales aumentando la posibilidad de la aparición de lesiones. Lo mismo ocurre en pacientes con alergias respiratorias y en pacientes con reflujo gastroesofágico. En estas últimas aparecen síntomas digestivos como acidez, ardores, pesadez del estómago y esófago y síntomas laríngeos como ronquera matutina, tos, y aclaramiento vocal frecuente.

Algunas enfermedades del sistema nervioso también pueden predisponer a la disfonía por alterar la fina coordinación precisa por diversas estructuras en la producción de la voz, como ocurre en el caso de la enfermedad de parkinson, esclerosis lateral amiatrófica o en la disfonía espasmódica.

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